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Policromía

Paseando Un fin de semana cualquiera en la gran ciudad, tomados de la mano recorremos los paseos cercanos. El frenesí semanal se aplaca y la ciudad bosteza en una ambiente de calma como preparándose al descanso reparador de una larga siesta. El infernal ruido ha desaparecido, las emergencias se tomaron un respiro y mudas están las sirenas, el smog ha perdido vigor y se ha ido desdibujando hasta perderse quien sabe adonde. Casi no hay gente, pocos colectivos y menos coches de alquiler circulando por las calles. Caminamos despacio, calladamente y observamos lo que se nos presenta ante nuestros ojos. Cosas que están siempre ahí y no vemos, no porque no las miremos sino porque miramos sin ver. El torbellino en que estamos insertos durante los previos días es tal que nadie se detiene un sólo segundo para observar el paisaje que nos muestra la ciudad. El ajetreado ciudadano deambula exigido por ir a ó venir de a cualquiera sea su destino.  La velocid...

Verde Primavera

Esperar sin esperanza Como todas las tardes te espero, me ilusiono, me imagino tu sonrisa, tus delgadas piernas, tus sutiles pasos, hacia mí tus brazos extendidos. Pelo al viento, flotando tu vestido, la alegría viva en tus ojos, brillante, etérea, vienes a mí, como antes, te espero con ansias, pero te disfumas, y quedo solo en mi soledad. Sueño, espejismo, mi necesidad de ti, no sé, no me acostumbro al vacío, me miento siempre y siempre creo, aguardando tu regreso confío . Aunque sé que es imposible, intacta mi ilusión se revela, terrible agonía la mía, la de esperar sin esperanza, sigo aquí y tozudo te espero. El viejo árbol, fiel amigo, ha permutado el ocre del otoño por el verde primavera. Bajo su amparo imaginamos nuestro mundo , él creció y nuestros sueños murieron.

El gato negro

Lucifer Fui solo, nadie quiso acompañarme, llegué de día, un colchón de hojas secas daban la bienvenida, Cada pisada un ruido seco, rasgado y escalofriante. Se notaba el abandono, abrí una ventana para dar luz a la amplia habitación central de la casa. La chimenea ocupaba el dentro de la pared y sobre ella un cuaderno. La curiosidad me llevó a tomarlo, llevé una silla junto a la ventana y comencé a hojear lo que parecía un diario personal. Narraba la vida de los últimos moradores, el polvo que cubría las hojas me provocaba alergia y me hacía estornudar. Lo empecé a leer superficialmente y me enganché con lo escrito casi al final. " Todo comenzó con la llegada del invierno del año del Señor de 1940, el frío intenso y la llegada del gato lastimado vinieron de la mano. Primero fue el Ernesto que se descompuso y comenzó a tener dolores muy fuertes, el mal tiempo impidió que fuera atendido en el hospital del pueblo, así que recibió como única ayuda, los servicios del viejo médico ya re...

Nuestro último café

DETRÁS DEL VENTANAL No hay olvido Nuestra última cita, solo para charlar, nada más? y después qué? la excusa un café, para no adormilar, el lugar era frío, nada acogedor, como presintiendo el final. Te sentaste frente a mí, no a mi lado, tu boca. . . esa boca que mil veces he besado, balbuceó unas palabras, yo absorto te miraba y no entendía. El negro azabache de tu pelo, resaltando tus bellos ojos, imperceptible tu mentón se estremecía, y tu cutis sonrojado no por amor abrasado, sino por desconocida pesadumbre, debieron prevenirme. La luz y los sonidos se eclipsaron esfumáronse las imágenes, una sigilosa azafata dejó humeantes cafés, y no lo notamos. Te miraba sin ver, te escuchaba sin oír. Mientras un vacío enorme se adueñaba de mí, frío y calor juntos aceleraban mi corazón quise tocarte, abrazarte,no pude, te deje ir. Te fuiste, así de repente y quedé solo, sin reacción, ahogado en mi congoja, hueco por dentro y mi amor destrozado. Recorrió mi espalda un frío sudor, rostro y pecho ...

La Gente y la calle

Gente trabajando Vendedor de Globos Qué hace la gente en la calle? La transita, la usa para llegar a destino, para disfrutar del ocio ó simplemente para sentirse libre. Paseador de perros Para muchos cuatro paredes son un encierro, una cárcel sin rejas.Un ambiente asfixiante que no todos se lo bancan y de ahí que buscan ganarse la vida al aire libre. Así podemos ver distintas manifestaciones de "rebeldía" encarnadas en cuenta-propistas especialmente: vendedores ambulantes ó en puestos fijos, y además otros trabajadores dependientes. Claro que existen casos de no elección y son apremiados por la necesidad y urgencia de situaciones no fáciles de controlar. No existe mayor libertad que la libertad de sentirse libre. La posibillidad de controlar los tiempos, los lugares, evitar la rutina, son factores que ayudan a lograr un ámbito personal íntimo que puede deparar muchas satisfacciones. Pan relleno calentito . El mundo real nos exige para solventar nuestra existencia ,y los que ...

Gotas de lluvia

MISTERIOSA Solo quedas tú, pequeña gota de lluvia, de aquel infernal aguacero. Estas guarecida entre pétalos, cual damisela sobre rojas sábanas. Qué será de ti, adonde irás pasadas las horas, me pregunto. Volverás a algún caudaloso río ó subirás presurosa a cercana nube. Revélame tu misterio, dime tu secreto, eres agua, viento, ó simplemente gas? Viniste del cielo ó al cielo fuiste, dónde naciste, donde creciste. Tu madre fue el arroyo que acunó tus ansias de volar muy alto. Subiste a la cima y te voltearon, vientos non santos. Húmeda perla entre hojas, cubriéndote del sol, pétalos, protegen tu existencia, efímera ó eterna, discurro. Qué será de ti, pequeña pizca de agua. La duda me carcome, pienso, cavilo, y no logro descifrar tu misterio.

AÑORANDO EL VERANO

Estamos en primavera en esta parte del globo y es a mi entender la estación mas linda del año. Sin embargo en estos momentos estoy pensando en el verano. Si en esa estación cálida, asfixiante, donde todo te molesta. Todo esto en la gran ciudad se potencia por el calor que irradian los medios de transportes, humo y calor del motor de autos, colectivos y camiones. Es insufrible viajar ya sea en bondi, subte ó tren, todo está caliente y la falta de aire acondicionado se hace sentir. Transpiras, se te pega la ropa al cuerpo, se te pegotean las manos, te embadurnas la cara al intentar secarte esa pequeña catarata de la frente, el aire caliente se siente y como. No aguantas la ropa, las zapatillas ni nada por más liviano que sea. En patas, o con ojotas, en shorts y camiseta o sin ella, no se soporta. Es tiempo de helados, y sobre todo agua, del grifo, de río, mar ó pileta. De pibe iba con mis amigos al puente que estaba sobre el arroyo del Monje. Un arrollo de agua salada que de...