jueves, septiembre 21, 2023

BIENVENIDA PRIMAVERA.- Foto Conmemorativa.

 

Pareja abrazada besandose con la Torre de los Ingleses de fondo

Amor Solitario



En esta foto, se captura la esencia de la primavera y el amor en su máxima expresión. En ella, vemos a un par de enamorados abrazados con ternura, sus rostros cerca uno del otro, en el dulce éxtasis de un beso robado en la soledad de ese instante. La imagen transmite una sensación de intimidad y conexión que solo la primavera puede inspirar.

Detrás de los amantes, se alza la majestuosa Torre de los Ingleses, como si estuviera allí para proteger y preservar ese amor efímero pero eterno. La torre, con su arquitectura imponente, se convierte en el telón de fondo perfecto para este romántico encuentro, agregando un toque de historia y grandeza a la imagen.

La primavera tiene un efecto mágico en los jóvenes. Les infunde energía y vitalidad, despierta sus corazones y los hace sentirse más vivos que nunca. Es la estación en la que los sentimientos florecen como las flores en un jardín descuidado, en la que el amor se convierte en el tema central de sus vidas. Los días cálidos y soleados invitan a paseos largos y conversaciones profundas, mientras que las noches se llenan de susurros y risas bajo las estrellas.

La primavera también simboliza un nuevo comienzo, una oportunidad para dejar atrás lo viejo y abrazar lo nuevo. Es el momento en el que los corazones se abren y las almas se liberan, en el que los amores se declaran y las promesas se hacen con la esperanza de que perduren más allá de esta temporada efímera.

Esta imagen captura todo eso y más. Es un testimonio atemporal del poder del amor y la belleza de la primavera. Nos recuerda que, sin importar cuántos años pasen, la primavera siempre traerá consigo el renacimiento del amor en los corazones de los jóvenes, una renovación eterna de la esperanza y la pasión en cada generación que se aventura a vivirla.


RETRATO CANINO

perro grande descansando sobre el piso,en B&N

Hocico.


La elección de blanco y negro para esta fotografía no solo realza la estampa del perro, sino que también le otorga un aire nostálgico y atemporal que invita a la reflexión.

El protagonista indiscutible de esta imagen es un perro hermoso y grande, que reposa con majestuosidad en el suelo de la peatonal de Mar del Plata. La elección de un perro como sujeto principal no es fortuita, ya que estos fieles compañeros han compartido la vida de los seres humanos desde tiempos inmemoriales, y su presencia en una fotografía puede evocar una gran variedad de emociones y sentimientos.

El hecho de que el perro esté acostado con las dos patas delanteras estiradas hacia adelante sugiere un momento de relajación total, como si estuviera disfrutando de un momento de paz en medio del ajetreo de la ciudad. La posición de su cabeza y el enfoque nítido en su hocico destacan la expresión y las características únicas de este can, lo que nos permite apreciar su belleza de manera más íntima.

La elección de agacharme a ras del suelo para tomar la fotografía fue acertada, ya que permite una perspectiva única y cercana del perro. Desde esta posición,  puede conectarme de manera más profunda con el sujeto y capturar todos los detalles y matices de la escena.

La elección de un día de verano también es significativa. El calor y la luz del sol pueden sentirse en la imagen, lo que agrega una sensación de calidez y comodidad al momento capturado. Esta elección estacional puede evocar recuerdos de veranos pasados, de días en los que el sol acaricia la piel y las calles se llenan de vida.

En resumen, la fotografía es un precioso retrato de un perro en un momento de calma y serenidad en medio de la ciudad. La elección de blanco y negro, la perspectiva a ras del suelo y la inclusión de elementos urbanos crean una imagen que invita a la contemplación y la reflexión sobre la relación entre el ser humano y su entorno, así como sobre la belleza efímera de los momentos cotidianos.


 

miércoles, septiembre 13, 2023

UNA TARDE DE PLAZA

Gente en la plaza con palomas volando



En medio del ajetreo constante de la bulliciosa ciudad, en una soleada tarde de primavera, nos encontramos en esta pintoresca plaza. El sol ilumina cada rincón, haciendo que las fachadas de los edificios circundantes brillaran con un resplandor dorado. En el centro de la plaza, un banco ofrece refugio a los cansados transeúntes. Y en ese banco, en particular, descansan un hombre y una mujer semi oculta por este.

El hombre, de cabello canoso y vestimenta sencilla, estaba sentado con la espalda recta y los ojos perdidos en la distancia. Su rostro, surcado por las líneas del tiempo, reflejaba una profunda serenidad.  Parecía ajeno al bullicio de la ciudad que lo rodeaba, como si hubiera encontrado un rincón de paz en medio del caos urbano.

Mientras el hombre se sumía en sus pensamientos, el resto de la plaza seguía con su vida cotidiana. Personas de todas las edades transitaban por allí todas inmersas en sus propias preocupaciones y tareas. La ciudad sigue su ritmo frenético, pero el hombre en el banco se mantiene imperturbable.

La verdadera belleza de la escena reside en el cielo sobre la plaza. Una bandada de palomas revolotea sin cesar en el aire, subiendo y bajando en un ballet eterno. Sus alas baten en perfecta armonía, creando patrones caprichosos en el cielo azul. El hombre, sigue con la mirada el vuelo errático de las aves, como si encontrara en su danza un sentido oculto.

En ese momento, la plaza se convirtió en un refugio de tranquilidad en medio del frenesí urbano. La actitud del hombre, pensativo y sereno, era un recordatorio de que, incluso en la agitación de la vida moderna, uno puede encontrar un momento de paz si se detiene a observar la belleza efímera que lo rodea. 

Mientras las palomas seguían su danza en el cielo y la ciudad seguía su rumbo, el hombre en el banco disfrutaba de ese oasis de calma en medio del ruido y el caos.




sábado, septiembre 09, 2023

La Hora de Actuar

Anciano apesadumbrado sentado en banco de plaza

Introspección.

Un hombre entrado en años pensativo, sentado en un banco de plaza, parece estar meditando sobre su presente y tal vez su futuro, se lo ve agobiado por un tremendo pesar, algo que lo preocupa en demasía.
La imagen en blanco y negro parece gritar !auxilio! !ayuda! en medio del desierto sin respuesta.

Tal vez es un jubilado que como a tantos le tocó cobrar la pensión mínima que no cubre ni la mitad del sustento diario, tal vez no tenga familia y esté solo en este mundo y no pueda lidiar con él .
La imagen es conmovedora y evoca una sensación de soledad y desesperación. Un hombre mayor, sentado en un banco de plaza y aparentemente sumido en sus pensamientos, puede representar a muchas personas mayores que enfrentan dificultades en la etapa de jubilación.

La falta de recursos suficientes para mantener un nivel de vida digno en la vejez es un problema real en muchas partes del mundo, sobre todo en la Argentina. La pensión mínima, es insuficiente para cubrir las necesidades básicas, pero también la jubilación ordinaria del resto de los jubilados se deprecia día a día llevándolos a una gran preocupación y estrés para quienes dependen de ella. 

Además, la soledad en la vejez puede ser una carga emocional adicional para aquellos que no tienen familiares o amigos cercanos para brindar apoyo y compañía.

Esta imagen debería interpelar a los gobernantes para que aborden de una vez por toda el desafío de hacer algo para devolverle a cada jubilado la dignidad que ha ido perdiendo y sacarlos de este drama  que enfrentan las personas mayores en la sociedad, proporcionando sistemas de seguridad social sólidos y redes de apoyo para garantizar que todos puedan envejecer con dignidad y bienestar.

Fotografía en blanco y negro de una imagen callejera que nos sugiere un montón de cosas.


 

Contrastes Alados: Luz y Sombra

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