Vendedora de ilusiones.
En la imagen una vendedora ambulante ofreciendo su mercancía a una potencial compradora, dispuesta a comprar.
El producto ofrecido es de lo más llamativo y puede ser muy codiciado por los niños. Tal vez la señora sea la abuela pensando en sus nietos que completa la historia.
El trabajo por cuenta propia- sobre todo el de subsistencia- se ha ido incrementando poco a mucho por la situación económica en declive que viene soportando el país.
Hemos visto como un día aparecieron unos pocos cartoneros y después el número fue creciendo a medida que el sistema formal iba expulsándolos.
También los "buscavidas" trabajadores libres, ambulantes y vendedores de cualquier tipo de productos.
Aunque mucho de estos se excluyeron del sistema por propia voluntad por ser individuos de una personalidad independiente, que no toleran estar bajo las órdenes de un jefe, con un alto grado de iniciativa , capacidad y aguante para su negocio en pequeña escala.
En este contexto se suma una nueva ola de inmigración por la dolorosa situación venezolana que hizo que llegaran muchos a nuestro país.
Sin más que lo puesto han tenido que buscar trabajo urgente para apaliar su grave situación.
Todos tienen buena predisposición al trabajo, buenos modales y son muy cordiales.
Muchos encontraron lugar en bares, restaurantes, tiendas de indumentaria y servicios de taxis.
La chica vendedora, de nuestra foto del día, parece ser venezolana y su remera así lo estaría confirmando.
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