A la sombra del gomero |
El Gomero de Recoleta, también conocido como Ficus elastica, es un árbol histórico y emblemático que se encuentra en el barrio de Recoleta en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Se ha convertido en un símbolo icónico de la zona y un atractivo para visitantes locales y turistas debido a su impresionante tamaño y antigüedad.
Este árbol particular es una especie originaria del sudeste asiático y es conocida por su capacidad de crecer significativamente y desarrollar una densa y amplia copa. El Gomero de Recoleta es uno de los ejemplares más destacados de su especie en la ciudad y se estima que tiene varios siglos de edad. Su longevidad y majestuosidad lo han convertido en un patrimonio natural y cultural importante para los habitantes de Buenos Aires.
Ubicado en una plaza cercana al Cementerio de la Recoleta, el Gomero se ha convertido en un punto de referencia popular y un lugar frecuentado por los residentes del barrio y turistas que disfrutan de un momento de tranquilidad bajo su sombra. La amplia copa del árbol proporciona un oasis verde en medio del ajetreo urbano, creando un espacio ideal para descansar y relajarse.
Además de su belleza y valor estético, el Gomero de Recoleta también ha sido testigo de importantes acontecimientos históricos y cambios a lo largo de los años. Ha sido el testigo silencioso de la evolución de la ciudad y ha resistido los embates del tiempo y del desarrollo urbano, lo que lo convierte en un símbolo de fortaleza y persistencia.
El cuidado y la preservación del Gomero de Recoleta han sido una preocupación para las autoridades y la comunidad local, y se han implementado medidas para garantizar su protección y conservación. Es vital proteger estos árboles históricos, ya que contribuyen a la biodiversidad urbana y sirven como recordatorio de la importancia de preservar el patrimonio natural de las ciudades.
En resumen, el Gomero de Recoleta es un árbol histórico y emblemático en el corazón de Buenos Aires, que ha resistido el paso del tiempo y se ha convertido en un símbolo de la ciudad. Su majestuosidad, longevidad y valor cultural hacen de él un punto de interés para los amantes de la naturaleza y la historia. Es un tesoro vivo que debe ser protegido y apreciado por las generaciones presentes y futuras.
Frente a la Biela |
El Paseo de la Recoleta es uno de los lugares más emblemáticos de Buenos Aires, Argentina. Situado en el barrio de la Recoleta, este paseo ofrece una combinación perfecta de historia, cultura y belleza arquitectónica.
Una de las paradas más destacadas en el Paseo de la Recoleta es el Bar La Biela, un lugar de referencia en la ciudad que ha sido testigo de innumerables momentos históricos y sociales. La Biela abrió sus puertas en 1850 y desde entonces ha sido un punto de encuentro para escritores, intelectuales, políticos y personalidades famosas.
El nombre "La Biela" proviene de una pieza mecánica que conecta el cigüeñal con el pistón en el motor de un automóvil. La historia cuenta que que grupo de entusiastas automovilistas buscaba un lugar para reunirse y en eso estaban cuando a uno ellos la biela de su auto se fundió justo en la esquina de Junín y Quintana. Por ese entonces, un tal “Bitito” Mieres se bajó de su coche y reunió a sus compañeros, Jorge Malbran, Ernesto Torquinst, y otros, afincándose en este pequeño bar al que bautizaron “LA BIELA FUNDIDA” primero, y luego simplemente como“LA BIELA”, nombre con el que se hizo mundialmente famoso y que es una marca registrada por la concurrencia de los amantes del automovilismo.
La decoración y el ambiente del lugar aún conservan ese toque clásico y elegante, y su terraza al aire libre es especialmente atractiva para disfrutar de un café o una copa al aire libre.
El bar cuenta con una vasta historia y una rica colección de anécdotas. Ha sido el punto de reunión de muchos escritores y artistas, incluidos figuras como Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares, quienes se solían sentar en la famosa "mesa de los galanes". También se dice que Julio Cortázar y Ernesto Sabato frecuentaban este lugar.
Además de su relevancia histórica y cultural, La Biela se destaca por su amplia oferta de platos y bebidas. Desde sus deliciosos cafés hasta su extensa variedad de bocadillos y postres, el lugar atrae tanto a locales como a turistas.
En resumen, el Paseo de la Recoleta y el Bar La Biela son una parada obligada para aquellos que visitan Buenos Aires. La combinación de la hermosa arquitectura, la atmósfera histórica y la posibilidad de disfrutar de un momento agradable con una buena comida o bebida hacen de este lugar un sitio único y especial para conocer y disfrutar en la capital argentina.