La Foto, la fotografía, la imagen, como la llames es algo que puede resultar fácil, simple o complicado.
Todo depende de la postura del que saca la foto.
Los principiantes o no aficionados a la fotografía, por lo general sacan fotos para documentar un hecho y sin preocuparse por editarlas. Les vasta con verse o reconocer el objetivo retratado.
La fotografía digital abrió un panorama tendiendo a infinito en las posibilidades de mejorar una imagen fotográfica.
Con simples conocimientos básicos se pueden mejorar ese tipo de fotografías.
Cualquiera puede acceder a un editor de fotografía para realizar los arreglos más básicos que mejorarán en mucho esas imágenes.
Uno muy sencillo, práctico y gratuito es Picasa de Google , otro también gratuito y más avanzado es Gimp.
Es muy frecuente ver en las redes sociales fotografías con los sujetos con los ojos rojos, producto del impacto del flash directo en la retina. Esto se soluciona con un simple clic y a otra cosa.
Algo que he notado que no dan importancia es al encuadre y muestran toda la imagen como la tomó la cámara. Y en muchos casos figuran elementos en demasía que recargan y molestan al visualizar la fotografía.
El recorte de lo que se considere importante dejando atrás lo prescindible, lo extraño, lo que afea nuestra foto, es simple: se selecciona lo importante y otro simple clic y listo.
Lo mismo pasa con las fotos mal iluminadas (oscuras o muy claras) Se puede modificar, en lo básico, el brillo y lograr un mejoramiento notable.
Una foto fuera de foco, mal enfocada será muy difícil mejorar, por lo menos en este nivel. Se aconseja descartarla.
A medida de que se avanza el aficionado irá adquiriendo conocimientos que lo irán llevando paulatinamente a fijarse objetivos más ambiciosos en el ámbito de la fotografía.
Solo hay que empezar, a dar el primer paso y entrar en este mundo fascinante.
Nota: La imagen muestra al fondo El edificio de la Facultad de Ingeniería (Edificio viejo, sito en la Avda. Las Heras, Ciudad Autónoma de Buenos Aires)