Hoy compré en la verdulería cerca de casa 2 kg de tomate perita por $ 20.
Un excelente precio si se lo compara con el supermercado "que me conoce" que lo tiene a $26.- el Kg.
De esta comparación surge la sensación de robo, de tomadura de pelo y de bolsillo.
Pero lo que realmente me llamó la atención fue este raro ejemplar.
Es como si dentro de un tomate se hubiera gestado otro y que no hubiera podido salir, quedándose pegado.
Pareciera que la planta hubiera gestado mellizos y a medio camino se hubiera abortado el proceso quedando como se ve.