Atalaya de observación Están allí, en las alturas, permanentes observadores , oteando la metamorfosis de la metrópolis, impávidos, estáticos y asombrados. Poco a poco va desapareciendo el romántico estilo de antaño y florecen por doquier las frías y puras línea rectas. Adiós al genio creador de esculturas, al ignoto imaginero y su obra. Chau luces, sombras y detalles en relieve. Vestigio del pasado bordeando el knock-out. ¿Cómo resistir al embate del modernismo, que demuele hasta el tuétano lo erguido , las formas y los clásicos ornamentos? No hay forma, la utilidad prevalece.
Una mirada poética a la vida urbana y cotidiana