Un chalet en una esquina muy particular por su tamaño terminando en punta descendente.
Sobresale por su colorido frente de techos a dos aguas y su florido jardín al frente. Esta arquitectura muy de Mar del Plata contrasta con la edificación a sus espaldas, tanto en altura como en estilo.
A sólo pocos metros del mar la esquina llama la atención al turista, yo no fui la excepción.