FOTOS SIN PORQUE: siluetas
Mostrando las entradas con la etiqueta siluetas. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta siluetas. Mostrar todas las entradas

viernes, agosto 05, 2016

Foto de una esperanza

Un angel de cemente emergiendo hacia un cielo con nubes
Allá en en cielo.

Una foto que a primera vista podría considerarse lúgubre, me conmueve por otra razón opuesta.
De lo tétrico del primer flash paso a la esperanza que me da ese cielo nuboso pero con una luz que invita a la alegría.
Ese ángel oscuro con la  con la cabeza gacha transmite dolor, angustia, desesperanza.
Quizás en esa luz es lo que tenemos que apoyarnos los de aquí abajo para mantener viva la fe en salir de las dificultades que nos atrapan y agobian.
Podemos decir que la foto nos muestra dos caras: una oscura-el ángel como resignado- y otra luminosa-ese cielo brillante-, podrían ser dos estados de ánimo uno bajoneado y otro eufórico.
Quizás solo dependa de nosotros en situarnos en cualquiera de ellas.Es decir si nos quedamos decaídos, paralizados en la oscuridad  por  los problemas o afrontamos todo e intentamos la salida hacia la luz de una vida plena y lógicamente feliz.
Solo depende de nosotros, es decir si somo capaces de hacer que el optimismo sopapee a nuestro pesimismo o no. Tal vez la felicidad radique en eso.



sábado, febrero 27, 2010

Niño con perro en la playa

Niño jugando


Cae la tarde de un día nublado en la costa atlántica y ahí estaban ellos,
al parecer amigos inseparables, jugando en el agua.
La desbordante alegría de ambos constrastaba con el silencio del lugar.

miércoles, enero 14, 2009

NOCTURNO

Silueta al atardecer de una paloma en una rama.


Una noche,
una noche toda llena de murmullos, de perfumes y de músicas de alas;
una noche
en que ardían en la sombra nupcial y húmeda las luciernagas fantásticas,
a mi lado, lentamente, contra mi ceñida toda, muda y pálida,
como si un presentimiento de amarguras infinitas
hasta el más secreto fondo de las fibras te agitara,
por la senda florecida que atraviesa la llanura,
caminabas;
y la luna llena
por los cielos azulados, infinitos y profundos, esparcía su luz blanca.

Y tu sombra,
fina y lánguida,
y mi sombra,
por los rayos de la luna proyectadas,
sobre las arenas tristes
de la senda se juntaban,
y eran una,
y eran una,
y eran una sola sombra larga,
y eran una sola sombra larga,
y eran una sola sombra larga...

Esta noche,
sólo, el alma
llena de las infinitas amarguras y agonías de tu muerte,
separado de ti misma por el tiempo, por la tumba y la distancia,
por el infinito negro
donde nuestra voz no alcanza,
mudo y sólo,
por la senda caminaba...
Y se oían los ladridos de los perros a la luna,
a la luna pálida,
y el chirrido
de las ranas...

Sentí frío. Era el frío que tenían en tu alcoba
tus mejillas y tus sienes y tus manos adoradas,
entre las blancuras níveas
de las mortuorias sábanas.
Era el frío del sepulcro, era el hielo de la muerte,
era el frío de la nada.
Y mi sombra
por los rayos de la luna proyectada,
iba sola,
iba sola,
iba sola por la estepa solitaria;
y tu sombra, esbelta y ágil,
fina y lánguida,
como en esa noche tibia de la muerta primavera,
como en esa noche llena de murmullos, de perfumes y de músicas de alas,
se acercó y marchó con ella,
se acercó y marchó con ella,
se acercó y marchó con ella...
¡Oh las sombras enlazadas!
¡Oh las sombras de los cuerpos que se juntan con las sombras de las almas!
¡Oh las sombras que se buscan en las noches de tristezas y de lágrimas!
José Asunción Silva

Colombiano
(1865-1896)