Un colchón refugio ante el olvido En una ciudad que nunca se detiene, dos perros callejeros encontraron en un colchón viejo su refugio y su hogar. Entre el ruido de los autos y la indiferencia de las miradas, esta imagen revela una verdad que preferimos ignorar: la vida también transcurre en los márgenes, donde lo desechado se convierte en tesoro y la compañía es el mayor abrigo. En medio de la vereda, entre el paso apurado de la gente y el ruido del tráfico, un colchón viejo descansa contra el tiempo. Sobre él, dos perros callejeros duermen ajenos al mundo, acurrucados como si encontraran en esa cercanía la única certeza que poseen. El colchón, gastado y olvidado por su dueño original, se ha convertido en un refugio improvisado. Para muchos, es apenas un trasto que estorba; para ellos, es un hogar temporal, un espacio donde el frío no cala tanto y donde la soledad se comparte. La escena nos habla de una dualidad que se repite en las calles: por un lado, la vida “normal” que sig...
Una mirada poética a la vida urbana y cotidiana