Espuma de Amor La fotografía nos permite captar momentos efímeros y transformarlos en eternos. Esta condición hace que cada foto no sólo nos documente ese instante sino que además nos permite imaginarnos cosas que pudieran haber sucedido en ese momento. A mí, talvez por ser un romántico, se me representa como una escena de amor, de ese amor quizás imposible pero real. Un paisaje marino que no es tal. El espigón es como un caballero valiente que se aventura hacia el corazón del mar, desafiando sus olas y corrientes con cada paso. Pero su avance no es solo un acto de valentía; es también un intento apasionado de conquistar al mar, de atraerlo hacia sí en un abrazo eterno. Cada centímetro ganado es un gesto de amor, un intento de seducción que no conoce límites. El mar, por su parte, es un amante en constante movimiento. Sus olas golpean el espigón con una pasión desbordante, como un beso de espuma blanca que busca envolver a su amado. El espigón, frío y rígido en su natur...
Una mirada poética a la vida urbana y cotidiana