Cae la tarde sobre las quietas aguas en el puerto.
Todo es quietud, silencio, y la frescura de la tarde se cuela por entre las ropas.Me quedo mirando, observando, esperando algo que no se qué es.
Los barcos están allí, amarrados, descansando después de una jornada dura.
Escucho el suave murmullo del agua, extasiado me quedo en ese instante, el tiempo se detiene y soy feliz.