FOTOS SIN PORQUE: sueños
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sábado, julio 18, 2009

Anciano,Viejo,Descartable...

Persona mayor cruzando la Avd. Pueyrredon

Cruzando el largo sendero de la vida



anciano, na.
(Del lat. *antiānus, de ante).
1. adj. Dicho de una persona: De mucha edad.

viejo, ja.
(Del lat. vulg. vĕclus, y este dellat. vetŭlus).
1. adj. Se dice de la persona de edad. Comúnmente puede entenderse que es vieja la que cumplió 70 años. U. t. c. s.

descartable.
1. adj. Que puede o que debe ser (excluido).
2. adj. Am. desechable (de un solo uso).

Real Academia Española ©

Según vemos las distintas denominaciones con que son "etiquetadas"las personas que han recorrido mucho del camino de la vida no tienen un significado peyorativo, salvo la última que no tiene justificación.
Lo que si lo tiene es el tono con que se dicen estas palabras generalmente despectivo.
"Este trabajo no es para viejos" "Los ancianos no tienen cabida en la organización"
"Córrase, viejo.." etc.
Y se apoya y refieren en la edad cronológica del ser sin tener en cuenta su estado físico y mental.Es decir no se los considera.
"Viejos son los trapos... y todavía se usan" Me dijeron una vez en la calle , entonces me reí, y hoy creo que encierra una gran verdad.
La foto a mi entender documenta y nos muestra el andar cansino de la persona mayor cruzando una calle muy ancha. La calle significa "su" camino de la vida y que se prolonga mas allá de la vereda y cuyo fin es indeterminado.
Su andar lento se debe a que no tiene urgencia en cruzar, esto es avalado por no haber a la vista ningún auto ó colectivo que signifique un peligro. Está fuera dela vorágine del transito común de la vida.
En nuestra imaginación el automotor representa las enfermedades a que se expone todo ser humano y en este caso no están visibles.
La persona lenta pero decidida camina con firmeza, disfrutando de su paseo y tal vez tejiendo sueños a realizar.
Podríamos inferir que la calle desierta representa la soledad de los ancianos en muchos casos por falta de afectos y otras por la carencia de familiares cercanos.

Sea cual fuere tu situación, estés solo, cobrando la jubilación mínima y con algunos achaques piensa que la vida se vive a cada día y que su final estará lejos mientras más tu te empeñes por vivir
Animo! La vida comienza cada mañana y fíjate hoy estas vivo, anda agradece a Dios y disfruta del día, hoy, mañana y siempre.
No olvides tus sueños , tus esperanzas y pónelos en marcha, tú puedes.

jueves, enero 15, 2009

SOLO LAS PALOMAS

Palomas en un Balcón




EL SUEÑO DE ÁNGELA

Ángela vino a estas tierras cansada con Benito.
Aquí tuvieron a sus tres hijas y sus dos hijos.
Primero se radicaron en el interior y trabajaron duro.
Benito se empleó en un frigorífico mientras que Ángela comenzó a trabajar en casas de familia.

Trabajó y trabajó, sufrió la maldad de la gente, pero no le importó y siguió trabajando.
Cuando vieron que sus ahorros se lo permitían Benito compro una verdulería.
Ángela dejo de trabajar como doméstica y se encargó de la verdulería mientras su esposo seguía en el frigorífico.
El tiempo fue pasando y los chicos creciendo.
Tanto Ángela como Benito tenían un sueño: querían que sus hijos estudiaran para asegurarse un porvenir.

Los varones fueron a la universidad.
Joaquín fue médico y Aníbal se recibió de abogado.
De las tres chicas sólo Rosalía siguió estudios superiores.
Fue a Bellas Artes y aprendió letras y pintura.
Las otras dos- Juana y Ángela - se conformaron con saber corte y confección.

Cuando la dicha parecía completa, Benito fue desmejorando y se hizo viejo de golpe.
Al poco tiempo de que Joaquín le diera la gran alegría de tener un hijo médico falleció.
A la gallega se le desgarró el alma, el dolor fue tan intenso que a duras penas pudo soportarlo.
Luego los hijos vuelan, dejan el nido y forman nuevas familias.
Primero fueron Rosalía y Juana.
Rosalía viajó a España y recorrió toda Europa.Dicen que se casó.
Juana se casó con un Ingeniero y se fue al sur, muy al sur.
Después le siguieron los varones.
Joaquín viajó al gran país del norte y nunca más regreso.
Anibal se caso y emigró con su esposa al Canadá.

Por un tiempo las dos Ángelas vivieron juntas en la casa que añoraba a los ausentes.
Finalmente le toco el turno a Angelita que se casó con un aviador y partió muy lejos.

Al principio recibía correspondencia de sus hijos que la ayudaban a solventar su soledad.
Luego las cartas se fueron espaciando hasta casi perderse en el olvido.
Sus días eran casi todos iguales, con solo la compañía de unas palomas que de vez en cuando se acercaban a su balcón por las mañanas cuando salía a regar sus plantas.
Poco a poco se fue deteriorando físicamente. Engordó y sus piernas comenzaron a fallarle.
Se le hizo muy doloroso el desplazamiento por el barrio y así lentamente se fue quedando encerrada en su casa hasta que no aguantó mas.

Ese día cerraron sus ojos, cerraron también las puertas y ventanas.
El silencio lo envolvió todo.
El olvido y el abandono siguieron después.