Triste destino Quien nos da la bienvenida al local es alguien con una amplia sonrisa, elegante corbata moñito, modernos anteojos y blanco delantal. Su esbelta figura, un poca delgada para mi gusto, nos inspira confianza. Se mantiene erguido, impertérrito a cualquier acontecimiento que pueda suceder. Es también callado y solo esboza esa sonrisa cómplice cuando al irnos lo saludamos..