Bendito tu eres, En esta cautivadora fotografía en blanco y negro, se vislumbra un mundo de emociones y misterio. La ausencia de color acentúa el contraste entre luces y sombras, creando un impacto visual impresionante. Los tonos grises y negros parecen fundirse en una danza etérea, revelando un juego fascinante entre la luz y la oscuridad. En el centro del encuadre, una figura emerge con fuerza. Sus siluetas se recortan con una delicadeza casi etérea, cada detalle inmortalizado en el papel fotográfico. Los rostros, apenas iluminados por la luz tenue, parecen contar historias de un pasado enigmático. Las arrugas, surcos del tiempo, hablan de experiencias vividas, mientras que sus miradas intensas transmiten un torrente de sentimientos que trasciende el lenguaje verbal. En el fondo, sutilmente difuminado por la profundidad de campo, se divisa un hombre solitario que acompaña a la caravana, lo que me dio la idea del título. La atmósfera intemporal de la imagen sug...
Una mirada poética a la vida urbana y cotidiana