La imagen nos muestra la agonía del verano, una forma de prepararnos para el otoño.
La vereda es el destino incierto de las hojas otrora verdes, brillantes y llenas de vida a éstas mústias, amarronadas, sin vida y en el suelo frío de la vereda.
El ciclo de la vida, es verdad, un ciclo que se repite año a año y que a pesar de eso me sigue maravillando.