En el retrato fotográfico a tratamos de registrar más que la belleza o no del retratado, sus expresiones, sentimientos y cualquier rasgo que nos muestre algo que va más allá de los físico, queremos llegar al alma..
En esta imagen retratamos a una escultura viviente, una caracterización de una estatua por parte de un artista callejero. entonces:-¿ como llegar al alma de una estatua?, me pregunto. Sólo se me ocurre pensar que el hombre-en este caso-el artista que habita dentro suyo es su verdadera alma.
La imagen nos muestra la figura , con la cabeza inclinada, los ojos cerrados, inmóvil en una actitud de recogimiento.El artista está en un trance íntimo en cumplimiento de su papel. Papel para lo que seguramente a estudiado mucho, vaya uno saber por cuanto tiempo,y practicado infinidad de veces, hasta lograr dominar esta técnica que no es nada fácil de llevar a cabo.
Para empezar este camino del arte , la persona debe tener algo muy importante: vocación. Ésta le da el empuje necesario para afrontar el camino a recorrer con dedicación y mucho esfuerzo. Es la que le da también el coraje para exponerse a la gente, a todo el mundo con diferentes condiciones culturales que lo exponen a diferentes reacciones.
Por lo general la práctica de este arte la llevan a cabo los fines de semana cuando están libre de su trabajo, su verdadera fuente de ingresos. Exponen su creación a un precio que la voluntad de los transeúntes determina. Simplemente trabajan por amor al arte.
Sin pensarlo, sin querer, esta fotografía resultó un homenaje a todos éstos artistas callejeros que con su arte nos alegran el paseo en los fines de semana.