Mucho daño ya hiciste, tormenta veraniega, intolerante; crecida, desborde e inundación, al más pobre le cae la maldición. Vidas perdidas no se recuperarán, campos y pueblos devastados, castigo del cielo a la indolencia y desidia, del humano por su tierra.
Cíclicamente la historia se repite, indiscriminados desmontes, gases excesivos y contaminantes mil, coadyuvan al logro de estos desastres.
Comisiones de líderes mundiales reunidas, cháchara y más cháchara para seguir igual, basta de labia , menos comisiones y más acción, se lo deben a los idos y los que aún padecen.