El otoño es la época que comienza a desteñir y secar las hojas de los árboles y que el viento se encarga de desparramar por doquier.
Marca el fin del verano y la llegada de aire fresco preparando es avenimiento del invierno.
Salimos de los largos días de verano para entrar en los cada vez más cortos teniendo en cuenta la magnitud de la luz del día.
La tibieza del sol de la tarde invita a pasear, al relax, al descanso al aire libre.
Muchos buscan disfrutar de estos momentos en parques y paseos.
La imagen de hoy capta este idílico paisaje donde una pareja charla sentada sobre una de las ramas del antiguo y gigantesco gomero. Un impresionante ejemplar de más de doscientos años de vida y de dimensiones enormes. Para darse una idea la base del mismo tiene siete metros de diámetro y sus ramas más grandes llegan a medir 28 metros con un diámetro de un metro y medio.
El contraluz le da un aire de misterio al encuentro.¿Será un encuentro casual entre dos amigos dispuestos a pasar el tiempo disfrutando solamente de la compañía del otro, o tal vez un encuentro buscado, elegido para aunar los vínculos existentes o potenciales?
No lo sabremos nunca, pero no importa , no hace a la cuestión. Lo que me interesa es lo que transmite esta escena, cada cual podrá percibir distintas cosas y eso es lo lindo de la fotografía.
Por todo eso los títulos de las fotos deben ser puestos por el observador y no el autor. El título debe expresar algo que defina a la foto y que debe ser coherente con la llegada a cada uno de los espectadores.
Lo dejo, pues, a vuestro sentir.
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