El verano en la costa no es solo arena y mar, también es un espacio donde se mezclan la risa, la creatividad y el juego. Estas tres fotos capturan un momento único en la playa: jóvenes y niños saltando sobre camas elásticas instaladas frente al océano, mientras las familias disfrutan alrededor. La relación entre ellas es clara: muestran la energía del verano, donde el movimiento y la alegría se funden con el paisaje marítimo. Los cuerpos en el aire, los giros y saltos, transmiten esa sensación de libertad propia de las vacaciones, donde el tiempo parece detenerse. La playa se convierte en un escenario natural donde el deporte, la acrobacia y el simple entretenimiento encuentran su lugar. Al fondo, la inmensidad del mar recuerda que, más allá del juego, siempre está presente la conexión con la naturaleza. Estas imágenes en blanco y negro refuerzan la idea de lo atemporal: podrían ser de hoy o de hace décadas, pero el espíritu es el mismo. En verano, cada salto es una forma de cele...
Veo las fotografías con muy buena definición. Pienso que es más perjudicial la luz fuerte del verano.
ResponderBorrarEn España, estamos en pleno verano y en mi ciudad están llegado las máximas a lo cuarenta grados, incluso algunos días se han sobrepasado, no sólo esas luces son perjudiciales para la fotografía, se pricura también no sali a la calle.
Me gustan esos hermosos edificios y como los has encuadrado.
Besos
Es verdad. El sol de un verano ardiente complica mucho tomar buenas fotografías. Ello nos obliga a madrugar o esperar la caída del sol para tomar fotografías.
BorrarGracias por tu comentario sobre mis fotos.
Un abrazo.
Un magnífico conjunto arquitectónico.
ResponderBorrarSaludos,
Bienvenido Miguel.
ResponderBorrarMuchas gracias por participar con tu comentario.
Un abrazo.