El verano en la costa no es solo arena y mar, también es un espacio donde se mezclan la risa, la creatividad y el juego. Estas tres fotos capturan un momento único en la playa: jóvenes y niños saltando sobre camas elásticas instaladas frente al océano, mientras las familias disfrutan alrededor. La relación entre ellas es clara: muestran la energía del verano, donde el movimiento y la alegría se funden con el paisaje marítimo. Los cuerpos en el aire, los giros y saltos, transmiten esa sensación de libertad propia de las vacaciones, donde el tiempo parece detenerse. La playa se convierte en un escenario natural donde el deporte, la acrobacia y el simple entretenimiento encuentran su lugar. Al fondo, la inmensidad del mar recuerda que, más allá del juego, siempre está presente la conexión con la naturaleza. Estas imágenes en blanco y negro refuerzan la idea de lo atemporal: podrían ser de hoy o de hace décadas, pero el espíritu es el mismo. En verano, cada salto es una forma de cele...
También depende de lo que se quiera mostrar. También está la proporción 1×1que pocas veces se utiliza.
ResponderBorrarLas cuatro imágenes dan una buena lectura de la calle.
Besos
Tienes razón, Antonia. Depende de nuestra intención.
BorrarUn abrazo.
Las cuatro fotos representan muy bien lo que comentas que es muy cierto, aunque siempre depende de lo que quieres fotografiar. Creo que a veces es bueno saltarse la norma y hacer algo diferente, es algo que no he probado.
ResponderBorrarUn beso grande!
Esa es la idea, de probar distintos formatos para mostrar algo diferente. Para variar y porque no encontrar eso que siempre estamos buscando.
ResponderBorrarUn abrazo.