Un día de lluvia, un domingo cualquiera,
la calle vacía, sorda e inmutable,
parece apiadarse de mi hastío.
Estoy tan solo y tan desolado,
que aún aterido no siento frío.
Perdido estoy en la gran ciudad,
húmedo y vacío deambula mi corazón,
la tenue llovizna moja mi alma,
yerro tras yerro sin encontrarte.
Porque te fuiste, no lo sé,
miro sin ver, oigo sin oír, todo da igual.
Estoy desorientado, perdido en mi soledad,
no espero nada y lo deseo todo.
La tarde gris agudiza mi angustia,
apenas llueve y parece un aguacero.
El asfalto, mojado y desierto,
me habla y en su silencio
se mofa de mi desventura.
la calle vacía, sorda e inmutable,
parece apiadarse de mi hastío.
Estoy tan solo y tan desolado,
que aún aterido no siento frío.
Perdido estoy en la gran ciudad,
húmedo y vacío deambula mi corazón,
la tenue llovizna moja mi alma,
yerro tras yerro sin encontrarte.
Porque te fuiste, no lo sé,
miro sin ver, oigo sin oír, todo da igual.
Estoy desorientado, perdido en mi soledad,
no espero nada y lo deseo todo.
La tarde gris agudiza mi angustia,
apenas llueve y parece un aguacero.
El asfalto, mojado y desierto,
me habla y en su silencio
se mofa de mi desventura.
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