El puerto de Mar del Plata es uno de los rincones más característicos y pintorescos de la ciudad. Allí, los barcos pesqueros de intenso color naranja y rojo no solo cumplen con su función de trabajo en alta mar, sino que también se han convertido en un verdadero símbolo cultural y turístico. Estas embarcaciones, alineadas en el muelle, transmiten una imagen única: la fuerza del mar se combina con la perseverancia de quienes lo enfrentan día tras día. Los nombres grabados en sus proas —muchos dedicados a santos, vírgenes o seres queridos— reflejan la fe y el arraigo de las familias que dependen de la pesca para vivir. Al observarlos de cerca, los detalles son un espectáculo en sí mismos. El contraste de los tonos cálidos de los barcos con el azul intenso del agua crea un paisaje que enamora a fotógrafos, turistas y vecinos por igual. Los reflejos en el mar parecen una pintura en movimiento, un recordatorio de que la belleza puede encontrarse en las escenas más simples de la vida cotidia...
Una mirada poética a la vida urbana y cotidiana
El suelo mojado, añade buenos efectos en el suelo. las gentes caminan protegidas por el paraguas, mientras los vehículos circulan con normalidad.
ResponderBorrarEs una buena estampa que refleja, un día de lluvia en la ciudad.
Besos
La vereda tiene mucho protagonismo Por estar en primer plano y además por lo resbaloza que se pone con la lluvía caída.
ResponderBorrarGracias por estar.
Un abrazo.
Un tránsito que fluye, una ciudad en movimiento a pesar de la lluvia.
ResponderBorrarPreciosa foto!
Un abrazo.
Muchas gracias Montse.
ResponderBorrarUn abrazo