El puerto de Mar del Plata es uno de los rincones más característicos y pintorescos de la ciudad. Allí, los barcos pesqueros de intenso color naranja y rojo no solo cumplen con su función de trabajo en alta mar, sino que también se han convertido en un verdadero símbolo cultural y turístico. Estas embarcaciones, alineadas en el muelle, transmiten una imagen única: la fuerza del mar se combina con la perseverancia de quienes lo enfrentan día tras día. Los nombres grabados en sus proas —muchos dedicados a santos, vírgenes o seres queridos— reflejan la fe y el arraigo de las familias que dependen de la pesca para vivir. Al observarlos de cerca, los detalles son un espectáculo en sí mismos. El contraste de los tonos cálidos de los barcos con el azul intenso del agua crea un paisaje que enamora a fotógrafos, turistas y vecinos por igual. Los reflejos en el mar parecen una pintura en movimiento, un recordatorio de que la belleza puede encontrarse en las escenas más simples de la vida cotidia...
Una mirada poética a la vida urbana y cotidiana

Tienes razón, Carlos, esas nubes dan mucho dramatismo junto con la valla cerrada. Has hecho una toma muy buena.
ResponderBorrarUn abrazo.
Gracias Montse por la generosidad del comentario.
BorrarUn abrazo.
El ByN potencia muy bien ese efecto. Es todo un acierto esa edición para lo que quiere transmitir con esa imagen.
ResponderBorrarBesos
Estoy de acuerdo contigo y muchas gracias por tu comentario.
ResponderBorrarUn abrazo.