Es una lástima. Adiós a toda su prestancia, su porte. De ese majestuoso follaje de otrora , queda esto.
Tiene toda la característica de haber sido alcanzado por un rayo, que sin piedad lo partió al medio.
La construyó un ventanal en su copa, como queriendo mostrar el patio de atrás.
Ya no será el mismo nunca más, él y el paisaje.
Si hasta hace poco tiempo se lo veía de esta manera:
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