El puerto de Mar del Plata es uno de los rincones más característicos y pintorescos de la ciudad. Allí, los barcos pesqueros de intenso color naranja y rojo no solo cumplen con su función de trabajo en alta mar, sino que también se han convertido en un verdadero símbolo cultural y turístico. Estas embarcaciones, alineadas en el muelle, transmiten una imagen única: la fuerza del mar se combina con la perseverancia de quienes lo enfrentan día tras día. Los nombres grabados en sus proas —muchos dedicados a santos, vírgenes o seres queridos— reflejan la fe y el arraigo de las familias que dependen de la pesca para vivir. Al observarlos de cerca, los detalles son un espectáculo en sí mismos. El contraste de los tonos cálidos de los barcos con el azul intenso del agua crea un paisaje que enamora a fotógrafos, turistas y vecinos por igual. Los reflejos en el mar parecen una pintura en movimiento, un recordatorio de que la belleza puede encontrarse en las escenas más simples de la vida cotidia...
Una mirada poética a la vida urbana y cotidiana
El colorido y el paisaje son preciosos.
ResponderBorrarBesos
Hola MªAngeles y Jose.
ResponderBorrarMe alegra tu visita como siempre.
Gracias por participar con tus comentarios.
Un abrazo
Belíssima foto, mi amigo!
ResponderBorrarGostei!
Lembra o meu passado, morava em um lugar, que tinha um belo campo de lindas paisagens. Mas, hoje não vejo mais esse campo, porque moro na cidade.
Abraços,
Lu
Hola Lu.
ResponderBorrarBueno en la ciudad también hay paisajes, claro que de otro tipo.
Si buscas, la belleza escondida, la encuentras.
Un abrazo
Una belleza de foto, eres un maestro de la imagen. Felicitaciones
ResponderBorrarTu comentario me halaga muchísimo.
BorrarMuchas gracias.
Un abrazo