Choripán (acrónimo de chorizo, a veces abreviado chori, y pan) es una comida que consiste básicamente en un chorizo asado entre dos trozos de pan, típica de la gastronomía de Argentina, Uruguay y Chile. Se prepara generalmente con pan francés y chorizo asado a la parrilla.
El chorizo es el denominado «chorizo criollo», o parrillero, típico del área rioplatense, y que, a diferencia del de otras zonas, se realiza sin desecar ni ahumar, usándose casi fresco. Suele condimentarse con alguna salsa como el chimichurri (aderezo típico argentino elaborado con perejil, ají y orégano)
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Comer un chori aparece aquí como un ritual de institución de la masculinidad que permite incluso romper con tabúes alimenticios: lo crudo, las condiciones de higiene y la temperatura (se pueden llegar a comer fríos).
Por supuesto, el chori tiene en los panchos y las hamburguesas a sus competidores en la cancha, que pueden incluso llegar a superarlo en otros hábitos, como representantes de un consumo predominantemente multinacional (la hamburguesa) o infantil (el pancho).
El chori es, en cambio, vivido como una exclusividad nacional y una marca de masculinidad.
El bajo precio y la informalidad en que es consumido remiten, en principio, a una pertenencia de clase. Los choripanes no se consiguen en los fast foods, y fuera de la canchas tienen su espacio de consagración en lugares marginales de lo urbano, tales como rutas, puentes y vías férreas.
Sin embargo, el universo ritual masculino y nacional definido por el fútbol trasciende las barreras clasistas que la comida habitualmente impone en contextos cotidianos. En los estadios argentinos, los valores predominantes ligados al sostenimiento de una masculinidad grupal borran las fronteras sociales predeterminadas y consagran al acto de comerse un chori como un pequeño rito de pasaje e institución que todo varón debe atravesar en algún momento, más allá de que luego su dieta cotidiana le muestre con crudeza su posición en la pirámide social.
Pieza liminal por excelencia, el chori ofrece la posibilidad de construir contextos de convivencia que van más allá de los usuales efectos de la comensalidad cotidiana. Por sus aspectos prácticos (fácil de hacer, rápido para comer, relativamente barato) y simbólicos (la comunión grupal masculina, su marca nacional) logra expresar la mayor densidad significativa en los espacios rituales de las canchas de fútbol. Dentro de un complejo sistema de comidas en el que se opone en primera instancia a otros sándwiches de su tipo, el chori los desplaza para constituirse en un componente nodal de un amplio ritual de institución nacional y masculino. El chori, mucho más que un poco de carne y un trozo de pan, es toda una pieza de identidad nacional.
JULIAN GIL, Gastón. Fútbol y ritos de comensalidad: El chori como referente de identidades masculinas en la Argentina. Anthropologica, 2004, vol.22, no.22, p.7-29. ISSN 0254-9212. | |
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