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Postal de mis recuerdos

Flores en fotos

Alegría del hogar

Ese mar

Entre olas y espuma Caricia blanca Torrente Oleaje violento

Barcos en puerto

Lanchas pesqueras Banquina de pescadores Esta parte del puerto de Mar del Plata- "La feliz" -tiene una extensa banquina, desde donde parten diariamente cientos de embarcaciones  pequeñas pintadas todas de un llamativo color, que realizan la pesca costera, no se alejan más de 15 millas y poseen una tripulación que oscila entre 3 y 7 hombres. Estas barcazas  se dedican a la pesca de anchoitas, pejerreyes, y mariscos de todo tipo. Parten del puerto hacia el mar a la madrugada y regresan a la banquina a la media mañana. Pesca de la anchoita: La época en que se pesca es septiembre, octubre y parte de noviembre y se dedica a la industrialización. Envasada en aceite se la llama sardina y conservada con salmuera se la llama anchoíta y puede ser envasada cortada en mitades (filete de anchoíta) o envasada entera (anchoíta entera); para su maduración se la deja 6 meses en piletas con salmuera y prensadas. Estas lanchas típicas de este pue...

Un árbol

Un árbol, solo un árbol,  pero lo ví y me gustó. No se que es lo que me llamó la atención, su porte, su colorido que lo distinguía del resto, ó  esa tristeza de ser el solo de su especie en el lugar. Quise retratar el alma y no lo logré.

El lector

El lector le da la espalda a la noticia. Se cansó de tanta mala nueva que se pregona en cada periódico ó quizás no tuvo la paciencia necesaria para analizar cada frase y entender donde está la realidad y donde comienza la ficción. ¿Existe la objetividad que hace desapasionada y mesurada la forma de transmitir una noticia y de ser así como la detectamos? Es difícil saberlo pero vale la pena intentar despejar la paja del trigo y poder tener  una noción más acertada de la realidad que nos plantean los medios.

Barriletes mágicos

El primer barrilete El encanto que produce en un pibe es mágico. Sentir la piola tirando en las manos mientras allá en lo alto se yergue él. -como un  pájaro majestuoso, volando en círculos, no del todo libre pero con el ímpetu intacto,- es muy fuerte.. El querer seguir subiendo, aún a pesar del hilo opresor, parece ser su destino. Abajo el chico haciendo visera con las manos, lo contempla extasiado. Que felicidad denota esa carita, como le tiemblan las manitos apretadas a la piola, El pecho se le agita trémulo de una emoción nueva, casi heróica. Su sonrisa es amplia, sus ojos grandes bien abiertos como para no perderse nada. Más tarde llegará el tiempo de arriar el barrilete, recogerlo con cuidado y volver a casa. Fin de una jornada sin igual, única, la del día que remontó su  primer barrilete.