FOTOS SIN PORQUE

Contemplando el mar El mar llega mansamente  bañando cariñosamente  la playa. Niños y mayores pisando la húmeda arena y la frescura del agua conforman esta imagen. El mar va y viene en un constante juego de seducción y la gente embobada lo contempla como en estado de éxtasis. En ese momento solo se escucha el rumor del oleaje y el tiempo parece detenerse. Con esta fotografía capté ese momento, ese milésimo de segundo único e irrepetible, dotándolo de inmortalidad.       Otras imágenes que te gustaran. Más imágenes relacionadas.

Charla La pesca deportiva que se realiza sin competición cuando sólo se hace por ocio tiene un poder relajante  y estimulante. Aún no pescando el tiempo no ha pasado en vano, sino que ha sido muy productivo. El estar como estos pesadores frente al mar, mirando el agua que nunca está quieta, que va y que viene, sosteniendo la caña y dejándose llevar por el momento uno logra evadirse de la realidad cotidiana que le toca vivir. Es en esos momentos que se siente peno,dichoso y libre. De concretarse una pesca -cualquiera sea el tamaño del pez- esa felicidad se multiplica. En esta escena dos personas charlan, uno sosteniendo la caña de pescar en sus manos como si fuera un estandarte, el resto ensimismados en su tareas. Todo transcurre en un espigón sobre el mar en Mar del Plata.El Blanco y Negro de la fotografía le da queda bien. 

Mas allá de las nubes Una imagen que me encanta, con pocos elementos visuales: un pájaro con alas desplegadas volando - por la perspectiva visual- sobre las nubes todo coronado por el azul del cielo. Solo tres elementos la componen: el ave, la nubes y el azul del cielo lo que podríamos decir que es una foto minimalista. Esta foto me da la sensación de tranquilidad, paz, y libertad. La libertad del pájaro, no sé si es una gaviota u otra especie, que vuela sobre la costa, sube, baja y vuelve a subir. Se va luego vuelve   en una danza que cautiva mi atención. La fotografía tiene el poder de congelar el tiempo, atraparlo y hacerlo eterno.

Flores coquetas Como aficionado a la fotografía me gusta tomar fotografías.En esta ocasión utilicé dos flores de clepia que me brindó generosamente una planta existente en mi balcón. Las coloqué con rama y verdes hojas en un florero de vidrio transparente con agua en mi baño frente al espejo. La iluminación dada por luz natural proveniente de la ventana  fue suficiente  para realizar unas tomas y jugar con los distintos elementos de composición para intentar lograr una buena fotografía. El tiempo se pasa rápidamente y debemos terminar con la diversión. Una de las fotos que logré es la que muestro arriba. A simple y primera vista las flores parecen verse en el espejo de ahí el título que se me ocurrió.

Sombras Clepianas La flor representa en sí misma nuestro romanticismo, las hay de diversos tipos, olores  y colores. En esta fotografía en Blanco y Negro una flor de clepia en su rama con tres hojas en avanzada, que  parecieran querer escapar por derecha, tiene un grado de romanticismo que está ahí, latente y que debe ser ponderado por quien la observe. La luz proviene de la izquierda provocando esa sombra que acompaña el movimiento de fuga, ayudando a la ilusión de viaje a la libertad. ¿Es una naturaleza muerta? -Pareciera que no.   

Baño de Sol Una tarde muy soleada en el puerto marplatense un par de lobos marinos expuesto a los rayos de febo haciendo su siesta y turistas paseando y observando. De pronto uno de los lobos marinos se despierta,  ve al auditorio curioso  y comienza a hacerse notar. Irguió su cabeza apuntado al cielo mientras emitía sonidos queriendo llamar la atención de todos. En ese momento pasaba por el lugar y aproveché para tomar unas fotos y ésta es una de ellas.

Veloz Un día soleado, no tan caluroso de febrero, paseando  por el puerto de Mar del Plata, precisamente por la banquina de los pescadores, cámara en mano buscando que imagen tomar, cuando de pronto vi o mejor dicho sentí algo que salía velozmente en el agua e instintivamente giré a  mi derecha y tome la foto. Un ave -no se su nombre- nadando raudamente con su cuerpo sobre el agua dejando un surco en las quietas aguas del puerto. El resultante de todo esto fue esta imagen que tiene su atractivo pintoresco, gracioso y hasta diría poético.