miércoles, mayo 23, 2018

Fotografía Urbana

Hombre trabajando

Cartonero tirando de su carro en la noche.

El pan de cada día con esfuerzo

Cuando el país anda a los tumbos, cuando la locura del dólar irrumpe en los hogares, en la tele, y los diarios, cuando los descontentos  surgen y los más exaltados cortan calles y rutas en protesta el cartonero sigue  trabajando.

No importa si las tarifas de luz y gas aumentan, no le preocupa otra cosas que lo más importante como alimentar a su familia.
No tiene tiempo para protestas, solo aprieta los labios toma su carro y sale a recorrer calles buscando los que otros descartan y escarba en la basura sin más protección que la ayuda divina .

Tampoco le importa el clima, es más lo desafía, sale igual con viento, frío, lluvia o extremo  calor.
No sabe de feriados o días no laborables, tampoco de obras sociales, vacaciones o jubilación.
Solo sabe una cosa: Que de él depende el sustento diario de toda su familia.
Y como último recurso debe apechugarla y hacer su trabajo, ése que seguramente no eligió pero es el único que puede hacer por las condiciones en las que se encuentra.

El cartonero como se le ha dado llamar es un  ser humano al que los sueños le han sido arrebatados por una sociedad que no los ha tenido en cuenta.