miércoles, junio 13, 2018

Cosas que nos deja un paseo por Recoleta.




La Recoleta, en Buenos Aires, es un barrio que tiene un atractivo turístico donde muchos visitantes lo transitan a diario.

En la  multiplicidad de cosas que se nos presentan cuando paseamos por ella he rescatado pequeños detalles que hablan de la heterogeneidad de lo que muchas veces no reparamos o prestamos atención.

Mi fotografía es en este caso la de un visitante que pasea camarita en mano y disfruta del paisaje.


Grupo de relojes ordenadamente puestos a la venta

A su gusto


Pecho de hombre con una remera del increible Hultk

El increible


Una paloma en una cornisa en espera.

Espera solitaria


Farolas colocadas en un paredón vistas de perfil

Farolas engarzadas


Muchos relojes pulseras en un mostrador dispuesto a la venta

Hora segura


Un cantero con plantas y flores de pensamientos en hilera.

Pensamientos


escultura de mujer desnuda en bebedero público

Sedienta


jueves, junio 07, 2018

El secreto de una buena fotografía.

Pajarito sobre farolas y el cielo de fondo.

Vigía en las farolas

El secreto de una buena fotografía es que no necesita de explicación.
La fotografía habla por si sola y nos impacta de distinta manera  porque todos los que las observamos somos  subjetivamente diferentes.

El verdadero secreto es lograr una fotografía que impacte transmitiendo sensaciones que no necesita de la explicación escrita del autor.
Es decir la fotografía debe tener voz propia para contar una historia o transferirnos sus emociones.

¿Cuales son las herramientas con que constamos? 

En primer lugar una cámara fotográfica (Ahora también un celular con cámara) que es obvio, luego conocimientos de composición y técnica y los más importante paciencia, objetividad y una idea a fotografiar.
 A veces la idea no es premeditada sino que nos aparece súbitamente  para la cual hay que estar atento a lo imprevisto.

La mayoría de las buenas fotografías-por no decir todas- tiene un proceso realizado por el fotógrafo.
Consiste en programar la cámara, esperar el momento oportuno, enfocar e imaginar la foto que se quiere lograr, disparar y luego el procesado.

Este  último es  el corolario de todo lo anterior y donde se completa la creación fotográfica.
Es ahí donde el autor le pone su impronta, su punto de vista, sus sentimientos y su mensaje.