La majestuosidad de la naturaleza
 |
| Mar bravío |
 |
| El Torreón
Día gris, oscuro, ventoso, mar picado. No muy estimulante para fotografiar el paisaje.
No obstante la vista del Torreón del Monje en la lejanía, bruma mediante, era toda una tentación.
Y ahí esta yo con mi cámara disfrutando a pleno el momento.
Un paisaje marino para recordar.
|
 |
| El brillante color del paisaje
Fotos sin porque nos muestra una típica escena de la temporada veraniega de Mar del Plata.
Una pareja jugando en la arena abstraídos del mundo que los rodea , p
arte de la escollera donde se aglutinan los pescadores: los avezados, los principiantes y curiosos.
Gente paseando tomados de la mano, índice de una salida romántica- quizás mielera-, el sol apareciendo entre las nubes bañando de luz el panorama.
Al fondo la ciudad como en quieta observancia de los acontecimientos, destacándose los altos edificios.
La grata presencia de las nubes como telón de fondo completando este colorido paisaje.
|
 |
| Se aleja un barco
Un barco que se aleja buscando puertos nuevos, surcando el mar cumpliendo su destino.
El farolito parece que quisiera marcarle el camino, iluminándolo.
Acá quedan las carpas , la gente disfrutando de la playa y nosotros observando.
Todo en azul, pintado de azul.
|
 |
| Marina
Un paisaje marino cayendo la tarde , con nubes acaparando la atención y el horizonte situado casi en el medio de la imagen. Este horror compositivo no me asusta para nada y lo justifica el hecho de que querer darle mayor peso a las nubes sin perder los detalles del primer plano.
La lucha por prevalecer entre el nuboso cielo, el mar y la arena es el punto fuerte de esta imagen.
La arena sirve de rampa o trampolín a la vista para impulsarla hacia el mar y luego,pasando por el horizonte, a las nubes.
Dan su aporte, su acompañamiento, las personas, el muelle y los esqueletos en la arena.
|
 |
| Oleaje, nubes y la gente. |
 |
| Gente en playa y el mar |
 |
| Sombrilla
En Fotos sin porque presentamos hoy tres típicas fotos de verano, tomadas en vacaciones mientras respiramos el bendito aire de mar y despejamos las neuronas.
Las tres tienen la misma particularidad de mostrar un instante en el cual conviven gran cantidad de gente, muchos desconocidos entre sí, la arena de la playa, el mar con olas agitadas por el viento y la Ciudad de Mar del Plata dando el marco adecuado para hacerlo trascendente.
Un detalle técnico que podemos agregar es que fueron tomadas a pleno sol
como sigue:
Iso 200, f/16, velocidad: 1/125,distancia focal 120 mm con un lente de 18-135 mm de Canon.
|
Sombras En el silencio contemplativo de un espacio íntimo, una paloma se convierte en la protagonista involuntaria de una obra maestra vis...
