sábado, octubre 17, 2009

Gotas de lluvia


MISTERIOSA


Solo quedas tú, pequeña gota de lluvia,
de aquel infernal aguacero.
Estas guarecida entre pétalos,
cual damisela sobre rojas sábanas.

Qué será de ti, adonde irás
pasadas las horas, me pregunto.
Volverás a algún caudaloso río
ó subirás presurosa a cercana nube.

Revélame tu misterio, dime tu secreto,
eres agua, viento, ó simplemente gas?
Viniste del cielo ó al cielo fuiste,
dónde naciste, donde creciste.

Tu madre fue el arroyo que acunó
tus ansias de volar muy alto.
Subiste a la cima y te voltearon,
vientos non santos.

Húmeda perla entre hojas,
cubriéndote del sol, pétalos,
protegen tu existencia,
efímera ó eterna, discurro.


Qué será de ti, pequeña pizca de agua.
La duda me carcome, pienso, cavilo,
y no logro descifrar tu misterio.

jueves, octubre 08, 2009

AÑORANDO EL VERANO



Estamos en primavera en esta parte del globo y es a mi entender la estación mas linda del año.
Sin embargo en estos momentos estoy pensando en el verano.
Si en esa estación cálida, asfixiante, donde todo te molesta.
Todo esto en la gran ciudad se potencia por el calor que irradian los medios de transportes, humo y calor del motor de autos, colectivos y camiones.
Es insufrible viajar ya sea en bondi, subte ó tren, todo está caliente y la falta de aire acondicionado se hace sentir.
Transpiras, se te pega la ropa al cuerpo, se te pegotean las manos, te embadurnas la cara al intentar secarte esa pequeña catarata de la frente, el aire caliente se siente y como.
No aguantas la ropa, las zapatillas ni nada por más liviano que sea.
En patas, o con ojotas, en shorts y camiseta o sin ella, no se soporta.
Es tiempo de helados, y sobre todo agua, del grifo, de río, mar ó pileta.

De pibe iba con mis amigos al puente que estaba sobre el arroyo del Monje.

Un arrollo de agua salada que desemboca en el río Paraná cerca de mi pueblo.
No era muy profundo normalmente y se podía nadar en él casi sin peligro.
Nuestros víveres en ese entonces eran pan y latas de picadillo para hacernos "sanguches" ( emparedados).
Recuerdo, en tardes de verano con 40º de temperatura, a los "catangas" a pleno rayo del sol, limpiar la maleza de las vía del ferrocarril que corría paralelo a la ruta.
En el agua y a la sombra, nosotros sentíamos calor y los veía a ellos trabajando, con sus sombreros grandes como queriendo tapar el febo abrazador y lograr un alivio en ese infierno terrenal.

El tiempo fue pasando , yo creciendo, y debo decir que calores eran los de antes!
Hoy nos quejamos con 30º de temperatura y tenemos aire acondicionado en la casa, y en el trabajo.
Lo que aún sigue en el túnel del tiempo es la incomodidad del transporte público, oremos para que no sea por mucho tiempo más.


Mis primeras vacaciones fueron a la provincia de Córdoba, fui muchos años seguidos.
Disfruté de cada arrollo, sierra, piedra que había en esos lugares, del berro, la peperina, de su clima benigno y la calides de su gente.






El mar, la playa y la ciudad.


Ya de grande conocí el mar, y fue un enamoramiento instantáneo.
Se despertó un sentimiento nuevo ante tanta grandiosidad y belleza.
La playa y el mar me deslumbraron.
Sentir la arena en los pies, el aire de mar en el rostro y las olas rompiendo frente a mí fue conectarme con lo divino.


La pesca y el baño unidos



La ciudad fue Mar del Plata, pudo haber sido otra tal vez, donde lo conocí y lo aprecié de inmediato.






Las olas y la gente

sábado, octubre 03, 2009

Charlando con amigos



La charla distiende




Una tarde de un domingo cualquiera, una plaza, arboleda, sol, aire libre, gente que se reune.
Se disfruta del momento apacible y se valoriza la charla entre amigos.
Esos amigos que hace mucho que no se ven, los que se ven semanalmente ó quizás solo compañeros de oficina.
Temas tan variados como variados estilos unidos en el círculo imaginario de la amistad.
Se dice que las mujeres son más parlanchinas que los hombres y que juntas varias de ellas son el caos que se produce cuando hablan en sincronía.
De los hombres se dice que son monotemáticos y que sólo hablan de deportes ó de mujeres.
Ambas afirmaciones o creencias pueden ser solo notas del folclore de las chanzas entre lo femenino y lo masculino.
De todas maneras siempre hay algo de verdad en esos supuestos.
Lo que casi siempre se da en las reuniones de grupos heterogéneos es que los temas que se tratan son generalmente frívolos.
La intimidad, que propicia la conversación seria, se logra cuando la charla es entre dos ó a los sumo tres personas distanciadas del grupo.
La charla es una herramienta eficaz para la evasión de las presiones cotidianas y que hace que durante su transcurso las mentes vuelen por espacios gratificantes que la imaginación hace posible.
De ahí las exclamaciones y la hilaridad que se perciben y son felizmente el resultado de estas reuniones.