domingo, diciembre 20, 2009

Pequeños



Dos contra el mundo

Hay días en que mejor no levantarse de la cama. Todo está mal, nada se ve bien y es como si el mundo se me viniera encima.
Me siento apesadumbrado, agitado y ansioso también, aunque sin ganas de emprender cualquier cosa que me venga en mente.
Las fuerzas flaquean, el cuerpo no responde, sólo el cerebro parece funcionar bien.
A pesar de todo hay que seguir, seguir viviendo de la mejor manera y con la esperanza remota de que algún día no lejano las cosas cambiaran para mejor.

Uno no está bien, pero el entorno ayuda. A veces no.
¿ Pero que es el entorno? Es todo aquello que nos rodea, que nos limita, es decir la familia, los amigos los vecinos, el barrio, la ciudad , la provincia, el país, el continente, el mundo, el sol, la luna y las estrellas y así a con todas las galaxias desparramadas por el universo.
Deberíamos considerar circunscribirlo a un círculo más pequeño, íntimo y que reuna la mayor cantidad sobre nosotros.
Sólo a pocas personas a las que le tengamos confianza y en las que nos podamos apoyar en días como éstos.

¿Con esto solucionamos el problema? No sé, en mi caso sé que hay cosas que me afectan con diversos grados de disgusto, penas y tristeza.
El entorno más intimo : la familia y/ o algún amigo nos contiene nos crea un micro clima protector que nos llena de paz,alegría y satisfacción, pero nos aisla de la realidad.
Esa realidad de afuera que duele, que nos llena de angustia e impotencia ante el dolor de los que no tienen nada.

Siempre hubo pobres, se oye decir, es cierto pero hoy estamos casi en el 2010 donde los adelantos científicos están a la orden del día en todos los campos y se obtienen progresos increíbles.
Los beneficiarios de este progreso son los estratos medios y altos.
Pero los de abajo, los que fueron postergados en la antigüedad, paradójica mente hoy son muchos más postergados que antes. Los ha dejado aún más atrás el progreso.
Han visto pasar el presente sin tener esperanzas del futuro.
Para ellos no existe el mañana, siempre será hoy, están más cerca del ayer.

Se habla de globalización, de lo macro, de las grandes cifras y nos olvidamos de la unidad , de la primer célula de la humanidad, esa cosa pequeñas que es el hombre.
El hombre aislado, solo con su familia- muchas veces numerosa- en zonas inhóspitas y solo con sus carencias.
Las personas no son un número, un porcentaje o un mero dato estadístico como se los presenta en los informes.

Algunos se ufanan informando que se ha bajado la pobreza del tal porcentaje a tal otro. Otros atacan diciendo que en vez de bajar subió el índice.
Qué porcentaje y que índice ? A quién beneficia esta noticia?
En lo inmediato en lo cotidiano no se hace nada para paliar la desesperante situación de los sumergidos, de los indigentes.
Muchos han perdido la noción de la realidad que les toca vivir y lo aceptan como un designio de la naturaleza.

Otros, los que pueden pensar, tratan y luchan contra la adversidad.
Como esos dos colgados en las alturas desafiando al inmenso bloque de cemento tratando de llegar a la cima, aún a cuesta de sus vidas.

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