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Dura Realidad

En las grandes ciudades, hay realidades que solemos pasar de largo. Historias que se tejen en silencio, entre cartones y miradas esquivas. Esta fotografía captura uno de esos momentos invisibles: un joven cartonero detenido frente a una vidriera que le muestra, casi como una burla, aquello que parece inalcanzable. Este relato busca poner en palabras esa escena, para que la indiferencia no nos gane la memoria. Esfuerzo e ilusión El joven detuvo su carro al borde de la vereda, como si una fuerza invisible lo obligara a frenar. El vehículo improvisado, construido a partir de retazos de cartón y hierros gastados, parecía un barco a la deriva varado en medio del asfalto. Desde allí, sus ojos se clavaron en la vidriera de un local brillante y moderno, donde zapatos nuevos y caros descansaban sobre estantes pulcros, ajenos al ruido de las calles. Era temprano todavía, pero ya había recorrido varias cuadras juntando cartones, plásticos y todo aquello que pudiera convertirse en unas pocas m...

Paisajes de Villaguay: Entre la Luz y la Tranquilidad

Atardecer en Villaguay Paz en la tarde Hoy comparto dos imágenes tomadas hace algunos años en Villaguay, Entre Ríos, dos escenas que capturan la esencia de su entorno natural. La primera foto es de un atardecer vibrante, donde el cielo se ilumina con tonos dorados y azules mientras las nubes dibujan formas dramáticas.  El verde pasto del primer plano con esos troncos de árboles talados como a propósito para que podamos ver con claridad las casas sobre el horizonte. La potencia del cielo le da más carácter al paisaje. La segunda imagen  me transmite paz. El agua en reposo refleja el cielo sereno, con pequeñas boyas que añaden un punto de interés. Es una fotografía más pausada, casi meditativa, que invita a detenerse un momento y simplemente contemplar. Cada una tiene su encanto: una es más intensa y dinámica, la otra más suave y apacible. ¿Cuál te transmite más sensaciones?  

Bodegón Fotográfico: Rescate de Colores y Texturas

Esos duraznos   Esos tomates En este espacio donde la fotografía y la memoria se entrelazan, surge este bodegón fotográfico, una composición que rescata imágenes casi olvidadas y les da nueva vida. Las fotos de estos duraznos y tomates, tomadas en algún momento del pasado, hoy revividas casi sin querer, ven la luz ahora con una fuerza renovada, destacando su vibrante color y la riqueza de sus texturas. Cada imagen tiene su propia personalidad. Los duraznos, con sus tonos dorados y rojizos, evocan la calidez del verano, mientras que los tomates, dispuestos en una fuente con un fondo suavemente desenfocado, resaltan la frescura y la sencillez de lo cotidiano.  Este post nace de la intención de rescatar fotografías que, de otro modo, podrían haber quedado en el olvido. Es un ejercicio de revalorización, de volver a mirar con nuevos ojos lo que alguna vez se capturó con la cámara. Porque en cada imagen, aún en las más simples, hay una historia, una emoción y una belleza que merece...

Contrastes entre la Ciudad y el Campo

Avenida   Media sombra Caballos Tres escenas, tres momentos, un solo domingo.  La primera imagen nos lleva a la Avenida del Libertador, con su movimiento y dinamismo urbano. Luego, en Recoleta, un grupo de jóvenes disfruta del día al aire libre, algunos a la sombra, otros bajo el sol pleno. Finalmente, el paisaje cambia: el campo se abre ante nosotros con caballos pastando en calma.  Tres formas de vivir el día, entre el ritmo de la ciudad y la serenidad del campo.

COSAS

Caminante   Gente en movimiento Colores en la vereda

El Encanto de la vidriera.

El hombre que mira   Un hombre se detiene frente a una vidriera, atrapado por la exhibición de objetos decorativos, relojes y trofeos. Su postura refleja curiosidad o quizá deseo, como si buscara algo específico o simplemente disfrutara del arte de observar.  La imagen captura un instante cotidiano en la ciudad, donde las vidrieras funcionan como espejos de aspiraciones, recuerdos y tentaciones.  La composición resalta la interacción entre el espectador y el escaparate, difuminando la línea entre la realidad y el reflejo del consumo.

El espectáculo del mar

Divino Mar Una multitud se reúne en la costa para contemplar la inmensidad del océano. En blanco y negro, la escena resalta el contraste entre las figuras humanas y la fuerza de las olas que rompen con intensidad en la playa. El mar, con su oleaje indomable, se convierte en el verdadero protagonista, mientras que los espectadores parecen hipnotizados por su energía y movimiento.