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Contemplando el mar
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El mar llega mansamente bañando cariñosamente la playa. Niños y mayores pisando la húmeda arena y la frescura del agua conforman esta imagen.
El mar va y viene en un constante juego de seducción y la gente embobada lo contempla como en estado de éxtasis. En ese momento solo se escucha el rumor del oleaje y el tiempo parece detenerse.
Con esta fotografía capté ese momento, ese milésimo de segundo único e irrepetible, dotándolo de inmortalidad.
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Charla |
La pesca deportiva que se realiza sin competición cuando sólo se hace por ocio tiene un poder relajante y estimulante. Aún no pescando el tiempo no ha pasado en vano, sino que ha sido muy productivo. El estar como estos pesadores frente al mar, mirando el agua que nunca está quieta, que va y que viene, sosteniendo la caña y dejándose llevar por el momento uno logra evadirse de la realidad cotidiana que le toca vivir. Es en esos momentos que se siente peno,dichoso y libre.
De concretarse una pesca -cualquiera sea el tamaño del pez- esa felicidad se multiplica.
En esta escena dos personas charlan, uno sosteniendo la caña de pescar en sus manos como si fuera un estandarte, el resto ensimismados en su tareas.
Todo transcurre en un espigón sobre el mar en Mar del Plata.El Blanco y Negro de la fotografía le da queda bien.
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Mas allá de las nubes |
Una imagen que me encanta, con pocos elementos visuales: un pájaro con alas desplegadas volando - por la perspectiva visual- sobre las nubes todo coronado por el azul del cielo.
Solo tres elementos la componen: el ave, la nubes y el azul del cielo lo que podríamos decir que es una foto minimalista.
Esta foto me da la sensación de tranquilidad, paz, y libertad. La libertad del pájaro, no sé si es una gaviota u otra especie, que vuela sobre la costa, sube, baja y vuelve a subir. Se va luego vuelve en una danza que cautiva mi atención.
La fotografía tiene el poder de congelar el tiempo, atraparlo y hacerlo eterno.