sábado, diciembre 21, 2024

Ecos de un Año en Blanco y Negro.

Estas tres fotografías capturan la esencia de un año que se nos escapa, pero que deja su huella en los rincones cotidianos de la ciudad. 

Desde las calles vibrantes de la Avenida Corrientes, donde el movimiento no se detiene, hasta el encuentro inesperado de policías bajo la sombra del Obelisco, y finalmente el silencio introspectivo desde la ventana de un colectivo, estas imágenes tejen una narrativa de lo urbano y lo humano.

Son un homenaje melancólico y romántico al paso del tiempo, a las historias anónimas que habitan en cada rincón y a los instantes efímeros que definen nuestras vidas.



Personas en avda. Corrientes con el obelisco al fondo

Avenida Corrientes



Dos policias motorizados cortando la avenida en Microcentro de Buenos Aires

Bloqueo Policial





Primer plano de joven con movil a la boca , una  mujer dormitando en el Bus.

Desde el Colectivo



lunes, diciembre 16, 2024

Flores: Belleza Efímera que Perdurará en el Alma

Una flor amarillo brillante de Buphthalmum salicifolium

Ojo de Buey


 



Flor abierta con p[istilos de azalea

Azalea






Flor abierta de Hibiscus syriacus

Rosa de Siria




Las flores nos acompañan en los momentos más significativos de nuestras vidas. Desde la sutileza de una azalea hasta la intensidad de colores de una Rosa de Siria, estas imágenes no solo capturan su belleza, sino que nos invitan a reflexionar sobre su impacto en nuestras emociones y recuerdos.

Las flores tienen una presencia silenciosa, pero poderosa en nuestro día a día. Aparecen en momentos clave: celebraciones, despedidas, comienzos y finales. Nos regalan belleza sin pedir nada a cambio, recordándonos que lo efímero puede ser también eterno.

Una Ojo de Buey amarilla brillante puede traer a nuestra mente la calidez del sol o un día lleno de energía. Es como una sonrisa que ilumina un espacio. Por otro lado, la Azalea, delicada y frágil, nos invita a valorar la sutileza y el cuidado, pues su esplendor depende del respeto que tengamos por su entorno. Finalmente, una Rosa de Siria (o Altea), con su exuberancia y detalles complejos, nos demuestra que incluso lo más pequeño contiene un universo de formas y texturas.

En un mundo que corre a prisa, las flores nos detienen. Nos enseñan a observar y a sentir. Mirarlas no solo calma nuestra mente, sino que despierta memorias y emociones profundas. Una flor puede llevarnos a nuestra niñez, cuando corríamos descalzos en jardines, o a un momento de amor donde un simple ramo selló una promesa.

Estas imágenes capturan esa esencia: la de lo simple y extraordinario al mismo tiempo. Un recordatorio de que la vida, como las flores, es frágil, pero con la capacidad de florecer una y otra vez si la cuidamos.


domingo, diciembre 08, 2024

HISTORIAS SIN PALABRAS EN BLANCO Y NEGRO

La entrada de hoy son tres fotografías en blanco y negro que, a pesar de no tener una aparente conexión directa, comparten una esencia: capturan la profundidad de lo cotidiano y lo extraordinario en nuestra vida diaria.


Muchacha en bicicleta por la ciudad

Apurada




Tres chicas dialogando con el Torrion del Monje al fondo.

Chicas Charlando



 

Ombre solo esperando el colectivo.

Bus Stop

 Aunque distintas en tema y escenario, estas tres fotos comparten una narrativa sobre la esencia humana: el paso del tiempo, la introspección y la búsqueda de significado. Ya sea en la prisa sobre la bicicleta, en la espera en la ciudad o en la pausa del verano con termo incluido, encontramos una reflexión sobre nuestra existencia.