sábado, enero 16, 2016

Un beso que acaricia la soledad.

Una piedra en la arena, sola, e primer plano y luego la espuma del mar como acariciando la playa.

Perdida

Al principio la majestuosidad de esa playa bañada por la marea que llega y se va, no nos deja ver a ella, sola, perdida en la arena, como el último vestigio de algo que ya no será lo que fue.

Una piedra semi enterrada en la arena presa de la marea que besa la playa en una escena romántica que se repite y repite. Sola ella y toda la costa visible, no hay nadie más.
La suave espuma esparcida en  la playa marca un camino que guía nuestras miradas hasta el infinito del horizonte. Queremos ver lo que hay más allá, pero no podemos.
Se percibe el sabor salado del
mar, se huele la atmósfera marina y se imagina la brisa que recorre la playa.

Esto es lo que me transmite la fotografía que nos precede, primero me impacta el marrón salpicado de blanco, esa franca espumosa que la recorre de abajo hacia arriba, después esa depresión aprisionando la piedra protagonista impensada de la historia.
¿A  vos espectador te pasa lo mismo?

  
Esta foto fue tomada en Mar del Plata un tiempo atrás y hoy aparece vigente en este verano.

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